El Terror Sobre Ravencrest (Parte 1)


En la sombría ciudad de Ravencrest, donde la neblina se aferra a las calles estrechas y las sombras se alargan en las noches interminables, se encuentra el Silent Hollow Clinic, un hospital envuelto en misterio y oscuridad. En este lugar, el Dr. Victor Thorne, un forense solitario y reservado, realiza su trabajo en las horas más sombrías de la noche.

Una noche tormentosa, cuando los rayos iluminaban el cielo y el viento aullaba a través de las calles desiertas, los oficiales del destacamento de Ravencrest trajeron un cuerpo sin vida al hospital. La persona había sido encontrada en las afueras de la ciudad, y su muerte era un enigma para todos. El Dr. Thorne, con su mirada fría y su mente analítica, se dispuso a descubrir la verdad detrás de este misterioso fallecimiento.

El cuerpo no presentaba ninguna herida, hematoma, golpe ni nada más que unos pinchazos o cortes diminutos alrededor de su boca, abierta en una sombría mueca de terror, el forense notó algo inquietante en los ojos del difunto: un destello de horror y desesperación que parecía desafiar toda lógica y razón; y las manos, engarrotadas por el rigor mortis. ¿Qué había presenciado esta persona antes de su muerte para dejar tales huellas en su cuerpo? El Dr. Thorne se propuso descubrirlo, adentrándose en un oscuro laberinto de secretos y misterios que amenazaban con consumirlo.

Su investigación lo condujo por los pasillos sombríos y polvorientos del hospital, hasta llegar a los registros antiguos y polvorientos. Allí descubrió un patrón escalofriante: cada 12 años, en la misma fecha fatídica, tres individuos eran encontrados en el mismo estado espeluznante que había encontrado esa noche. Este oscuro ciclo se había repetido durante los últimos 144 años, sumiendo al lugar en un aura de misterio y terror insondables. Con el presentimiento de que más tragedias acechaban en la oscuridad de la noche lluviosa, el Dr. Thorne se preparó para enfrentarse a un enemigo mucho más antiguo y siniestro de lo que jamás había imaginado.

Antes del alba, dos cuerpos adicionales llegaron a la morgue en condiciones similares. Decidido a desentrañar el misterio, el Dr. Thorne recurrió a una fuente de conocimiento ancestral: la Ebonwood Library, ubicada en la antigua Nightshade University, donde había cursado sus estudios. Conocía bien los oscuros secretos que albergaba esa biblioteca, incluida una sección prohibida que guardaba antiguos relatos de Ravencrest.

Al finalizar su turno, en lugar de dirigirse a descansar, se encaminó hacia la biblioteca. Sin perder tiempo, se sumergió en la sección de libros ocultos, recorriendo los anaqueles cubiertos de polvo en busca de respuestas. Entre los volúmenes olvidados, descubrió un antiguo tomo que recopilaba recortes de periódicos. En sus páginas amarillentas, encontró un artículo de hace 96 años que narraba el macabro hallazgo de tres cuerpos en una noche lluviosa, cada uno sin signos aparentes de violencia. Todos fueron catalogados como "muertes sospechosas por animal desconocido", dejando a las autoridades desconcertadas y a la ciudad sumida en el miedo.

A medida que profundizaba en su investigación, el Dr. Thorne se encontró con antiguas leyendas y rumores que hablaban de criaturas ancestrales acechando en las sombras de Ravencrest. Seres de pesadilla que se alimentaban de la angustia y el sufrimiento humano, esperando pacientemente el momento adecuado para volver a surgir y reclamar lo que les pertenecía.

Uno de los recortes de un antiguo pasquín amarillista, contaba acerca de una leyenda que podría explicar esos hechos aberrantes. Aquel recorte contaba de un testigo que había visto algo, 12 años antes. Contaba que en las profundidades de la oscuridad, acecha una entidad vil y perversa conocida como el Devorador de Almas. Su cuerpo es una amalgama retorcida de sombras y huesos, envuelto en un manto de oscuridad que se retuerce y se contorsiona como si estuviera vivo. Sus ojos son dos abismos sin fondo, que emiten un fulgor fantasmal en la noche. Sus garras son afiladas como cuchillas, capaces de desgarrar la carne y el alma por igual.

Pero es su boca lo más aterrador. Una caverna oscura llena de dientes afilados y retorcidos, como agujas de obsidiana, que gotean con un líquido oscuro y viscoso. Cuando se abre, emite un susurro siniestro que hiela la sangre y paraliza el alma. Es a través de esta boca que el Devorador de Almas se alimenta, succionando las energías vitales de aquellos que se cruzan en su camino.

Su presencia es anunciada por un frío intenso y una sensación de terror indescriptible que se cierne sobre sus víctimas. Aquellos que tienen la desgracia de encontrarse cara a cara con el Devorador de Almas se enfrentan a una agonía inimaginable mientras su ser es arrastrado hacia la oscuridad, su alma siendo consumida lentamente hasta quedar reducida a nada más que un eco vacío en el abismo eterno.

Con cada paso que daba hacia la verdad, el forense se adentraba más en la oscuridad, enfrentándose a fuerzas que desafiaban toda comprensión y lógica. Pronto, se dio cuenta de que no solo estaba lidiando con la muerte de tres individuos, sino con algo mucho más antiguo y aterrador: el despertar de un mal que había acechado en las sombras de Ravencrest durante siglos.

En su lucha por desentrañar el misterio, el Dr. Thorne se vio obligado a enfrentarse a sus propios miedos y debilidades, descubriendo verdades perturbadoras sobre sí mismo y el oscuro legado de su ciudad natal. En un desesperado intento por salvar a Ravencrest de la oscuridad que la amenazaba, el forense se vio arrastrado hacia un enfrentamiento final con el mal antiguo que acechaba en las sombras.

Pero entendió que sería imposible descubrir aquella criatura infernal, ya que desparecia por 12 años. ¿Logrará el Dr. Thorne desentrañar el misterio antes de que sea demasiado tarde, o sucumbirá ante las fuerzas que amenazan con consumirlo? Solo restaba esperar 12 años para lograr descubrir esta oscura y terrorífica historia de misterio y horror en las sombrías calles de Ravencrest.

Continuará.

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